Cuando dos veteranos del CBI se encuentran en cualquier lugar del mundo, no se ponen a charlar y se van a tomar cervezas por ahí, no. Un veterano de verdad se pone a entrenar como la máquina perfecta que es y eso es lo que ocurrió en el día de ayer. Tras un grato encuentro, fortuito, con nuestro queridísimo Monse paseando los Picos de Europa, después de cumplimentarnos debidamente, nos pusimos a entrenar de ipso facto. Se puede apreciar el mar tras nosotros ya que la altitud era brutal... los de detrás son figurantes...
A ver si os ponéis las pilas como nosotros.
Sin más,
QOD (por donde amargan los pepinos)
M6®